Grosso Napoletano (C/ Hermosilla 85) solo lleva abierto desde febrero pero ya se ha convertido en una de las pocas pizzerías de Madrid en las que diariamente se ven colas en su puerta o en las que reservar con antelación se convierte en algo obligatorio.
No es para menos: aquí se hacen auténticas pizzas napolitanas en un horno de leña a 500ºC y en apenas 90 segundos, usando ingredientes frescos y de primerísima calidad traídos de Italia. Todo esto en una cocina abierta en la que ver a sus pizzaiolos napolitanos preparar las pizzas es todo un espectáculo que hará que tu estómago empiece a rugir.
Pero vayamos a por la carta, que no es muy extensa pero va directa al grano y está dividida en antipasti, pizza, postres y bebidas entre las que hay una selección de cervezas artesanales italianas con las que acompañar tu pizza. Las pizzas son para todos los gustos, desde la clásica Margherita hasta otras propuestas más innovadoras o incluso una pizza vegana.
Nosotros quisimos ir directamente a por las pizzas, porque veíamos tantas pasando a nuestro alrededor que era imposible pensar en otra cosa, y probamos la Borghese (con base blanca de crema trufada y mozzarella, prosciutto di Parma y champiñones) y, por supuesto, la Grosso (con mozzarella, tomate San Marzano, rúcula, prosciutto di Parma, lascas de parmesano y tomates cherry). Ambas estaban riquísimas, pero la verdad es que la Borghese nos conquistó por completo y creemos que es una de las mejores pizzas que hemos probado en Madrid. Como auténticas pizzas napolitanas que son, tiene la masa muy fina (pero que no se llega a desmontar al comerse) y los bordes un poco crujientes.
En cuanto a la Borghese, la base blanca hace que salgas de la típica base de tomate y la crema trufada le da un sabor increíble que combina perfectamente con el resto de ingredientes. Para nosotros esta pizza es un must si vais a Grosso Napoletano. Por otra parte, la Grosso tampoco se queda atrás, y es que es la pizza insignia de la casa. Colorida, llena de sabor, muy jugosa y que no querrás compartir. Además, en las dos se nota la gran calidad de los ingredientes, lo cual marca una gran diferencia con otras pizzerías de Madrid.
Para terminar, pedimos el Capriccio della nonna, una mousse de chocolate con base de galleta, que es el postre perfecto para poner el broche final a una comida espectacular. Es una mousse muy ligera, en la que da gusto hundir la cuchara hasta llegar a la galleta y combinar todos los elementos.
En definitiva, si eres un verdadero amante de las pizzas y buscas una auténtica pizza napolitana ya estás tardando en ir a Grosso Napoletano.