¿Por qué ir?
Una pizzería sencillita en La Latina, podríamos decir que de barrio, sin grandes pretensiones y afortunadamente alejada de los circuitos masificados pizzeros de Madrid. Officina 22 (C/ del Humilladero, 30) es de esos sitios con su encanto particular: pequeña, con una decoración donde las fotos de Maradona comparten protagonismo con las cajas de pizza, las latas de tomate y las botellas de cerveza apiladas. Han conseguido crear una atmósfera que recuerda, con cierto romanticismo, a una pizzería napolitana.
¿Qué comer?
Varios entrantes, riquísimas pizzas napolitanas y postres. ¿Para qué más? Todas las opciones son bastante clásicas, pero es lo que queremos y esperamos de Officina 22. Burrata y focaccias con diferentes ingredientes (mortadella de Bologna, trufa, provolone…) para ir abriendo boca y unas veinte pizzas entre las que elegir y aptas para todo tipo de gustos, que van desde una clásica margherita hasta elaboraciones con ingredientes más variado como la tre tocchi, con patatas al horno, salchicha de cerdo, scamorza y pimienta negra.
Quizá lo más curioso de la carta de Officina 22 sea la pizza a portafoglio: se prepara como una pizza normal, pero el truco viene a la hora de servirla, pues se pliega sobre sí misma en cuatro partes para poder comerla por la calle, al más puro estilo napolitano.
Finalmente, si os queda hueco, están los postres como los cannoli sicilianos, pizza de Nutella o tiramisú.
Un plato para morir
Pizza Spek ‘n’ Roll: mozzarella, gorgonzola, jamón ahumado y puerro caramelizado. Una pizza de ingredientes sencillos pero que juntos, y sumados a la ligera masa, son una maravilla. ESTA NO ES LA DE LA FOTO
