Afrutados, ácidos, con notas a chocolate, melocotón o incluso a tomate: una buena taza de café está cargada de matices que varían en función de su origen, proceso de secado, tueste y el método con el que lo preparan, entre otros muchos aspectos que, en su conjunto, hacen que el café sepa a gloria. Porque el café no os debe destrozar el paladar ni el estómago, ni necesita varias cucharadas de azúcar para bajar el amargor como ocurre con el torrefacto, y para demostrarlo os traemos la ruta del café de especialidad por Madrid, cafeterías donde la palabra café cobra un nuevo significado y en las que notaréis al primer sorbo que el buen café es todo un mundo de sabores.
Pero antes de empezar la ruta, os avisamos de que quizá echéis en falta muchas cafeterías de especialidad, pues el boom madrileño de la tercera ola ha pegado fuerte, pero las que figuran en la ruta son las que más nos han enganchado por su café, su servicio y toda la experiencia alrededor de la taza (cosa que no quita que haya otras cafeterías también muy buenas, pero las dejamos para más adelante o para una segunda ruta del café). Y aclarado esto, preparaos para despediros del torrefacto, de Starbucks y de ponerle azúcar al café y dad la bienvenida a la ruta del café de especialidad por Madrid.
Empezamos en en el Mercado de Vallehermoso, donde se encuentra el puesto de Randall Coffee Roasters. Pequeño y rodeado del ajetreo de unos de los mercados con más fama de Madrid, pero acogedor en cualquier caso. En Randall os esperan cafés tostados por ellos mismos, pues para algo fueron de los pioneros en traer y tostar café de especialidad en Madrid en 2013. Su carta tiene la curiosidad de contar también con infusiones a base de cáscara de café, una parte del fruto del café bastante desconocida aquí y que se consume como si fuese un té en regiones como Yemen, donde además lo mezclan con especias para darle un sabor excepcional.
A estas alturas, ¿quién no conoce Toma Café? Templo madrileño y lugar de peregrinaje para muchos cafeteros que buscan el riquísimo sabor de sus cafés desde 2011. Toma Café es toda una institución, con dos cafeterías en Madrid: la primera en Malasaña y la segunda en Chamberí, y un tercer espacio a punto de nacer en el mismo lugar en el que tuestan. Sus cafés tienen un sabor único, y acompañándolos de su repostería y comidas obtendréis ese chute de energía necesario para afrontar el día y lo que haga falta. La carta suele introducir pequeñas novedades cada cierto tiempo, pero si hay algo que nos pierde son sus iced lattes y el cold brew con leche y naranja.
La mezcla perfecta entre España y China se da cita en esta cafetería de especialidad de Malasaña. No solo por el sobresaliente café, el cual va rotando entre diversos tostadores y orígenes según la temporada, sino también por la belleza y cuidado que ponen en la repostería de inspiración asiática. No salgáis de allí sin probar sus filtros de Kalita ni sus frappés en verano. Por cierto, la parte salada de su carta merece una mención aparte, con unos bagels maravillosos.
¿Estamos ante la mejor cafetería de especialidad de Madrid? A ver, repasemos: café tostado por ellos (Hola Coffee), una repostería casera brutal, platos salados excepcionales, la única modbar de Madrid (la máquina de café que tienen está integrada en la barra) y un equipo profesional y atento que se encarga de aportar constantemente variedad a la carta. Pues sí, estamos ante la mejor cafetería de especialidad de Madrid. Misión Café lo tiene todo. Aquí los cafeteros de pro debéis pediros un Trinidad, para conocer el café en tres formas diferentes (filtro, solo y con leche) y poder degustar la evolución de sabores con cada método.
No os vamos a negar que esta cafetería de especialidad junto al templo de Debod y Plaza de España es de nuestras favoritas para desayunar en Madrid. En The Fix os esperan con sus aromáticas tazas de café para descubrir los sabores de diferentes regiones del mundo, ya sea en filtro o máquina, y que decoran con un latte art digno de fotografiar, enmarcar y exponer en un museo. Eso sí, importante decir que el latte art no tiene nada que ver con el café de especialidad, pues es casi una tendencia que se ha ido extendiendo con los años, pero es imposible no disfrutar de estos dibujos y admirar la maestría y pulso de algunos de los baristas, en este caso de Hugo, que nos alegran el día con ellos. En sus comienzos The Fix ofrecía cafés tostados por los londinenses Assembly, pero recientemente han dado el salto y están empezando a tostar los suyos propios. ¡Ah! Y no olvidéis acompañar el café con el mejor brownie de Madrid o unas buenas tortitas.
Podríamos ser accionistas de todas las veces que hemos ido a Hola Coffee. Con amigos, familiares o solos, es muy probable vernos allí sorbiendo sus cafés cuidadosamente seleccionados, tostados y extraídos por su equipo. Son un punto clave en el panorama cafetero del barrio de Lavapiés y, al igual que en su hermana Misión Café, conviene estar atentos a la carta de bebidas de temporada, en la que ofrecen auténticas genialidades con bases de café como la dirty horchata (horchata de arroz y almendras con café y especias), por la que pondríamos un change.org para que estuviera todo el año en carta.
Llegamos al final de la ruta en la zona de Matadero, en el barrio de Legazpi, una zona que no deja de sorprendernos con nuevas aperturas y en donde la llegada de DOT ha marcado un antes y un después. Quizás DOT sea una anomalía en la ruta, un cruce entre cafetería y bar, un sitio que para nosotros reivindica que el buen café (en este caso del tostador barcelonés Nømad) no sólo debe estar en las mejores cafeterías de Madrid, sino también en otros espacios donde comparta protagonismo con el vermut, la cerveza, las gildas y los bikinis con los que han conquistado Arganzuela. Porque el café de especialidad es la bebida perfecta para acompañar cualquier comida y momento del día.