En Madrid tenemos mercados para casi todos los gustos: unos gourmet, otros más castizos, otros para turistas, y ahora también uno dedicado a la comida asiática. Entre las plazas de Jacinto Benavente y Tirso de Molina, en la calle Doctor Cortezo 10, se encuentra Cortezo Yatai Market. Vale que no es como el resto de mercados, pero intenta mantener esa esencia de pequeños puestos en los que pedir tu plato, ver cómo lo cocinan y comerlo en el lugar.
Currys, pad thai, ramen, baos… se reparten en cinco puestos, aunque no descartamos que dentro de poco sean más ya que todavía quedan bastantes espacios libres. Como era nuestra primera visita, quisimos probar un poco de cada puesto así que apostamos por las opciones más económicas y variadas (vamos, como si estuviéramos de pinchos por Asia).
Nosotros empezamos por Hotbao, el puesto de baos y dim sum y donde probamos el bao de pato con pepino, puerro y salsa hoisin (3,60€) y el dim sum de ternera asada con cinco perfumes (1,50€). El bao no nos sorprendió demasiado, nos pareció que le faltaba algo de fuerza en el sabor, quizá porque era demasiado sencillo. Sin embargo, el dim sum estaba delicioso y nos quedamos con ganas de probar más.
El siguiente puesto fue Thai Cañí, que mezcla los sabores de Asia y España a través de rollitos en hojas de lechuga y currys. Probamos un rollito de torreznos con mejillones en escabeche, mayonesa de ajo negro y hierbas thais, y el de pato con pepino y salsa hoisin (1,50€ cada uno). En este caso, no acabamos demasiado convencidos con ninguno, no sabemos si por la combinación de ingredientes que hacía que parecieran unos canapés de boda viejuna o qué, pero los vimos algo prescindibles. Volveremos, eso sí, a probar sus currys, ya que tenían muy buena pinta.
Para acabar, pedimos una tapa de katsuretsu, lomo crujiente de cerdo (3,80€), en Ramen San. Fue, junto al dim sum del primer puesto, de lo mejor que comimos y es que este plato es un básico de la comida japonesa al que es imposible resistirse.
Nos quedó por probar el Funky Chen, donde todos los platos son más contundentes (pad thai, noodles y diferentes tipos de arroces) con precios que rondan los 8€. Además, para acompañar las comidas hay una barra en la que pedir cerveza y refresco, pero que desentona completamente con el espíritu asiático del mercado y que tristemente no cuenta con ninguna propuesta asiática de cervezas (olvidaos de una Tiger, Asahi o Singha).
En resumen, el lugar está curioso, con propuestas variadas y permite probar platos típicos de distintos lugares de Asia en un mismo espacio. No obstante, creemos que hay cosas que mejorar, aunque seguramente es cuestión de tiempo que lo hagan y que el espacio siga ampliando sus puestos. Nosotros tenemos ganas de volver para pasar de las tapas a los platos principales, que tenían muy buena pinta.
Si tenéis pensado ir os avisamos de que hay muy pocos sitios para sentarse, así que si veis un hueco libre corred a por él como si os fuera la vida en ello.
Para ayudaros a decidir aquí tenéis los menús:
- Hotbao (baos y dim sum)
- Funky Chen (pad thai, noodles y arroces)
- Ramen San (ramen, arroces y tapas)
- Thai Cañí (rollitos y currys).