Ahora que para muchos el teletrabajo ha empezado a formar parte de nuestras vidas, ¿qué tal si lo aprovechamos para hacernos buen café en casa? Una de las cosas que más hemos agradecido de esta nueva situación es despedirnos de la máquina de café de la oficina y de las cápsulas que nos destrozaban el estómago para poder dedicarle cinco minutillos a moler, calentar e infusionar el café necesario para sobrevivir a una jornada de videollamadas y correos o, si toca ir a la oficina, llevarnos un buen termo desde casa.
Pero no os vamos a dar la brasa con la temperatura idónea a la que tenéis que servir el agua mineral en Madrid teniendo en cuenta la altura a la que está la ciudad, ni con cómo eso influye en el punto de ebullición y luego en el café. No, esto es una guía introductoria al buen café en casa, con muchos enlaces a artículos que os ayudarán a sacarle todo el partido a cada taza, sin que se convierta en un tormento.
El café
Vamos a empezar por la materia prima: el café. Nada de Nescafé, Hacendado o Saimaza. Comprad un café bueno, de esos que al abrir la bolsa huele a cafetería. En Madrid, y en España en general, tenemos la suerte de contar con muchos tostadores y microtostadores que hacen maravillas, como Hola Coffee, La Noria, The Fix, Randall o Toma Café, y que venden tanto online como en sus propias cafeterías en bolsas de 250g o, en el caso de Toma Café, también a granel.
Ahora bien, ¿qué café elegir? Esta es la parte más complicada porque el origen y la altura a la que se cultiva, entre otras cosas, influyen en el sabor y al final cada uno tiene sus gustos (por ejemplo, a nosotros nos gustan mucho los cafés afrutados y ligeramente ácidos como los etíopes). Es una cuestión de ir probando, siguiendo las notas de cata que se indican en cada café y, por otro lado, si lo compráis en vuestra cafetería favorita seguro que los baristas os ayudarán a elegir el que mejor se ajuste a vuestros gustos.
El molinillo
¿Es mejor comprar el café molido o en grano y molerlo en casa? Es cierto que al comprarlo podéis pedir que os lo muelan con el tamaño justo para el tipo de cafetera que tengáis en casa, pero no hay nada que supere al aroma y al sabor que deja un café recién molido. ¿Por qué? El café en grano aguanta más tiempo sin perder sus características, pues la cáscara ayuda a evitar la oxidación, y de esta forma no pierde sabor y aroma.
Además, al molerlo en casa podréis jugar con el grosor de la molienda, porque, como ya os podréis ir imaginando, esto también influye en el sabor del café. Para molerlo podéis comprar un molinillo manual o eléctrico, pero ni se os ocurra pasarlo por un robot de cocina o una batidora, o los dioses del café os condenarán a una vida de acidez. Nosotros empezamos con el manual y luego nos acabamos comprando el eléctrico, bastante más cómodo si vais a moler café habitualmente y así no tener que estar un buen rato dándole a la manivela. No obstante, el molinillo manual también viene muy bien, por ejemplo, si os vais de viaje y no queréis renunciar al café recién molido.
Las cafeteras
Cafetera francesa/French press
La cafetera francesa es una caja de sorpresas por la versatilidad que tiene y lo fácil que es usarla, además de que permite hacer mucha cantidad de café de una tacada. Esta cafetera emplea el método de inmersión, produciendo cafés con un cuerpo medio, pues mantiene los aceites del café. La parte mala es que deja bastantes sedimentos que se escapan del filtro, pero podéis reducirlos si antes de bajar el filtro quitáis el café que queda flotando con una cuchara. ¿Sabéis que en la French press también podéis haceros café infusionado en frío o espumar la leche? Lo primero es el famoso cold brew, aunque si sois muy fanáticos os recomendamos comprar directamente la jarra de Hario (nosotros efectivamente también la tenemos). Y para lo segundo, es tan sencillo como poner leche en la jarra y empezar a batir hasta conseguir la cantidad de espuma deseada con la que podréis decorar vuestros cafés en casa o haceros un capuccino.
Cafetera italiana/Moka
Con la moka es lo más cerca que estaremos de poder hacernos un espresso en casa sin necesidad de recurrir a una costosa máquina (salvando ciertas distancias, claro). Fácil de preparar, aunque con algún truco que conviene seguir para evitar que el café sepa a quemado, os saldrán cafés riquísimos y con más cuerpo que los cafés de filtro, pues en este caso nos encontramos con un método de extracción que emplea la presión generada por el vapor del agua sobre el café. Y si os gustan los cafés como el iced latte, os recomendamos hacer cubos de hielo con este método para echarlos en un vaso de leche.
De filtro (V60, Kalita, Chemex, Aeropress y Moccamaster)
Seguro que más de una vez las habréis visto en la carta de alguna cafetería o al barista usándolas como si estuviera en una clase de pociones con Snape. El café de filtro se caracteriza, como su propio nombre indica, por el uso de filtros. Estos pueden ser de papel, que producen tazas muy limpias al retener los aceites, o metálicos, que dejan escapar algún poso y permiten que los aceites lleguen a la taza.
Y no os penséis que esto es algo nuevo, porque el café de filtro lleva muchos años entre nosotros (si os gusta mucho Friends es probable que reconozcáis la Chemex que usan en casa de Mónica), pero ha sido con la expansión de las cafeterías de especialidad que esta forma de hacer café ha resurgido. Lo curioso y atractivo del café de filtro es que no hay una única manera de prepararlo, porque podéis recurrir a una V60, Kalita, Chemex o Aeropress, siendo esta última la cafetera de viaje por excelencia (y con la que además os podréis presentar a torneos para competir por hacer la mejor taza de café). Pero si no os importa gastaros un poco más de dinero y tenéis clarísimo que el café de filtro es lo vuestro, podéis recurrir a la comodidad de una Moccamaster, una cafetera eléctrica con la que solamente os tendréis que preocupar de moler el café, que del resto ya se encarga ella.
Lecturas, apps y podcasts
¿Os ha picado el gusanillo y ahora queréis ser unos baristas de pro en casa? El mundo del café y todo lo que lo rodea ha metido un salto cualitativo con la llegada de la famosa tercera ola de cafeterías y el café de especialidad, dando lugar a la creación de muchos libros, revistas, podcasts e incluso apps:
Libros
- Coffee Dictionary — La biblia de la A a la Z del café. Un imprescindible.
- ¡Al grano! — Historia, métodos, recetas, todo lo que debes saber para hacerte café en casa está en este libro.
- Where to Drink Coffee — La guía definitiva para encontrar cafeterías por todo el mundo, aunque es posible que necesite alguna actualización.
Revistas
- Solo Magazine — La única revista made in Spain donde el café brilla con color propio.
- Standart — Todo un referente para los cafeteros, con una cuidada selección de artículos para empaparse del mundo del café.
- Drift — La revista sobre el café, la gente que lo bebe y las ciudades donde viven.
- Boss Barista — Uno de los podcast más reconocidos del mundo del café y que toca todos los puntos de la industria de una forma inclusiva.
- Coffee Lovers Radio — Apto para todos los públicos y con contenidos tan variopintos como el maridaje de queso y café.
- Hola Coffee — El podcast de este tostador madrileño no podía faltar en la lista (y esperamos que mencionándolos se pongan las pilas y publiquen más).
Apps
- Brewtime — Una app muy básica que os ayudará a controlar los tiempos y cantidades a la hora de hacer vuestros primeros cafés en casa.
- KoHI — Si la anterior se os queda corta, KoHI profundiza mucho más, con recetas más desarrolladas y donde podréis guardar las vuestras propias.
- Aeropress Timer — Recomendada para los amantes de este método, con recetas de los campeones de todo el mundo.
