Ronda 14: cocina nikkei con sabor asturiano

Desde que lo probamos hace unas semanas, Ronda 14 (C/ General Oráa, 25) se ha convertido en uno de nuestros restaurantes top de Madrid, y de los que hay que conocer sí o sí. Se trata del proyecto madrileño de Mario Céspedes y Conchi Álvarez, que ya tenían en Avilés (Asturias) otro restaurante del mismo nombre y que a día de hoy sigue siendo todo un éxito.

Explorando las raíces de los dos componentes de la pareja —peruanas y asturianas—, en Ronda 14 encontramos una cocina fusión peruana-japonesa (lo que se conoce como nikkei), con toques asturianos muy característicos y algunos platos de inspiración chifa (fusión china-peruana). Y aunque la mezcla a priori puede parecer extraña, el resultado es excelente. Pero no es para menos: Mario Céspedes viene de trabajar en algunos de los restaurantes más importantes de España, que cuentan incluso con estrellas Michelín (El Celler de Can Roca o El Corral del Indianu) y es un gran conocedor tanto de estas cocinas como de la gastronomía de vanguardia. Así, todos los platos resultan perfectamente equilibrados e introduciendo siempre algún elemento sorprendente o inesperado.

El local cuenta, además, con dos espacios: una zona de comedor donde disfrutar tranquilamente de una cena y otra de mesas altas junto a barra, además de un comedor privado en la parte inferior. Más abajo os contaremos en detalle, pero la carta es perfecta para compartir o para picotear, ya sea entre varios o en pareja, y así también se tiene la oportunidad de probar más platos. Además, el servicio es muy agradable y simpático, o sea que si estás indeciso no dudes en preguntarles porque aciertan con sus recomendaciones (y se agradece mucho cuando los camareros conocen tan bien la carta).

Un último consejo: conviene reservar, imprescindible sobre todo para ir en fin de semana, porque es habitual que esté lleno.

Un recorrido por Ronda 14

Cuando ves la carta de Ronda 14 ya te das cuenta del viaje de sabores y contrastes que se viene por delante: ingredientes asiáticos, peruanos y asturianos unidos en lo que llaman «piqueos», «el sushi» y «lo dulce», siendo una carta ideal para compartir y con la que ir pidiendo un poco de todo. Mención aparte merece la carta de vinos, con muchas opciones donde elegir y que, ante la duda, siempre es mejor preguntar a los camareros para que te aconsejen con qué acompañar lo que has pedido, aunque si te apetece un cóctel no dejes de probar el pisco (ya sea el tradicional o el de maracuyá).

Tiradito a la crema de ají amarillo

Plato obligatorio: un tiradito de corvina con el que envuelves el puré de boniato, la ralladura de lima, el maíz picado y los brotes, para después mojarlo en la salsa de ají amarillo. Un bocado adictivo y con una salsa tan rica que acabarás pidiendo pan para mojar en ella (no es broma).

 Ceviche de xarda (caballa) con leche de tigre al ají limo y calamar

Vale que en Madrid actualmente encontramos ceviche hasta debajo de las piedras, pero este es de otro planeta y no tiene nada que ver con lo que hayáis probado en otros restaurantes, con contrastes crujientes, cítricos y con un ligero toque picante del ají limo que hará que te enamores y no quieras volver a comerlo en otro sitio.


Gyozas de anticucho con picada y cilandro

Otro de los platos imprescindibles de la carta y unas de las mejores gyozas de Madrid: rellenas de corazón de ternera marinado y cocido a la brasa. Que no te eche para atrás el hecho de que sea corazón, pues se trata de un bocado delicioso y con una textura fibrosa que contrasta mucho con el resto de ingredientes.


Gyozas criollas de ternera y manitas de cerdo

Si las de anticucho son un must de la carta, las criollas tampoco se quedan atrás: crujientes, rellenas de ternera y coronadas por las manitas de cerdo, cebolla roja y menta.


Roll de mar y montaña (langostino y carne roja)

La frescura del langostino frente al contraste de la carne, con un crujiente de patata por encima que hace que cada roll sea una fiesta en tu boca, y es que como estás viendo, en Ronda 14 juegan mucho con los crujientes en cada uno de sus platos.


Nigiri-hamburguesa de wagyu, rocoto y azul

Este es un plato que no querrás compartir, pero si no te queda más remedio lo mejor es que pidas varios porque es una maravilla. Tiene un fuerte contraste entre la delicadeza del arroz y el sabor de la carne de la hamburguesa de wagyu, terminando con un golpe del queso de Cabrales. Se te caerá una lagrimita cuando lo termines y es sin duda nuestro plato favorito.

Gunkan de huevo trufado

Este plato es una explosión en la boca del huevo escalfado con pasta de trufa y un topping de crujiente de patata. Sencillamente son un vicio y vienen dos unidades, así que también querrás pedir más.

Pasion de coco y menta

Acabamos con el postre, un divertido trampantojo de mousse de coco con hebras de cacao que al verlo hace pensar que tienes un coco entero sobre el plato, pero que al meter la cuchara te encontrarás con la suave mousse. Todo esto acompañado de crema de maracuyá y granizado de menta, el broche final a una de las mejores cenas que hemos tenido en Madrid.

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