Tagliatelle, rigatoni, fusili, ravioli, gnocchi… amasados a mano y con la frescura de los ingredientes que el Mercado Guillermo de Osma ofrece. Hoy os vamos a chivar un pequeño templo de la pasta italiana situado en el corazón de Legazpi, a escasos metros de Matadero y Madrid Río, en el que la pareja italiana formada por Giorgia y Carlo elabora cada día una pequeña carta con sus recetas familiares traídas de Italia, y que tienen salivando a todo Arganzuela. Preparaos porque es hora de que conozcáis La Pasteria 55 (C/ Alonso Carbonell, 3).
Situado en el Mercado Guillermo de Osma, La Pasteria 55 es el lugar para celebrar el amor por la pasta casera. Un proyecto familiar con el que Giorgia y Carlo han conseguido enamorar a todo el barrio (no es de extrañar encontrarse el local lleno, por lo que os recomendamos reservar) y que viene siguiendo esa nueva oleada de mercados tradicionales de barrio donde además de hacer la compra se puede comer. En este caso el escenario es el recién reformado Mercado Guillermo de Osma, un lugar sencillo, de barrio, alejado de los mercados más afamados de Madrid como el de Vallehermoso o La Paz y que conserva esa vida de mercado de barrio auténtico. En este ambiente se desarrolla la cocina de La Pasteria 55, con un local pequeño donde una gran mesa y una barra pegada a la cocina en la que Carlo obra su magia os garantizan una comida de lo más divertida y familiar.
Un recorrido por La Pasteria 55
Pasta casera de mercado, amasada cada mañana y cocinada con los ingredientes frescos de temporada que compran en los diferentes puestos de sus vecinos, ¿verdad que suena genial? Con una pequeña carta escrita a mano en una pizarra, La Pasteria 55 presenta los cinco platos salados y tres postres que ofrecen, variando diariamente el tipo de pasta y las recetas para que cada visita sea única. Porchetta, croquetas o la melanzane alla parmigiana son algunos de los entrantes que os podréis encontrar, seguidos de cuatro platos de pasta, que equilibran con dos propuestas de carne y otras dos de verduras, como la carbonara, tagliatelle all’ortolana con speck, gnocchi con almejas, la lasaña de verduras… Con una carta que cambia tanto, lo mejor es seguirles en su Instagram, donde os pondrán al día con los platos que van saliendo de la cocina. Por último, tenemos los postres, entre los que podréis probar la crostata o el helado artesano de Gelato Lab. Y para regar estos manjares, cerveza, vinos y licores italianos.
Porchetta
Damos comienzo con la brutal porchetta. Jugoso cerdo asado lentamente, con una corteza crujiente y un interior suave, aromatizado con hierbas y ajo. La porchetta la sirven caliente y acompañada de ensalada, aunque también se puede pedir en panino, formato que triunfa entre los romanos. Un entrante que ya marca el listón de lo que está por venir.
Rigatoni con 'Nduja y cebolla morada
Pasamos a la estrella de la carta, la pasta casera. La primera que probamos fueron los rigatoni con ‘nduja (un embutido italiano que se prepara con carne de cerdo y especias originario de Calabria, un poco parecido a la sobrasada) y cebolla morada. Perfectamente cocida al punto, picante por el toque de la ‘nduja le aporta a la salsa de tomate, que es tan adictiva que no podréis parar de mojar con pan hasta dejar el plato limpio.
Casarecce con pesto de rúcula
Una vez probada la pasta con carne, pasamos a una de las propuestas vegetarianas con unos maravillosos casarecce con pesto de rúcula. Esta pasta originaria de Sicilia se caracteriza por la forma ondulada que podéis ver en la foto, que hace que se impregnen bien de salsa. El pesto de rúcula (casero, por supuesto) es más suave que el tradicional de albahaca, aunque también prepararán ese cuando vuelva la temporada de esta hierba.
crostata y helado de amaretto
Llega el momento de poner el punto dulce a la comida. Primero con la crostata de mermelada de fresa, una tarta tradicional italiana que nos recordó muchísimo a la pastafrola argentina elaborada con dulce de membrillo (algo que no es de extrañar, pues la gastronomía argentina está muy influenciada por la italiana) y que la madre de Rodri nos suele hacer en ocasiones especiales (esperamos que lea esto y nos haga una pronto). La mermelada con la que la rellenan va variando en función de la fruta de temporada, por lo que la podréis encontrar de cereza, melocotón, albaricoque… El siguiente postre fue el cremosísimo helado de amaretto de la heladería Gelato Lab situada en el Mercado de La Cebada, una heladería a la que llevamos muchísimo tiempo queriendo ir y que al final ha venido a nosotros.