Ottica: color y gastronomía invaden Prosperidad

No hace falta irse hasta el centro de Madrid para disfrutar del local de moda, y la prueba de ello está en Ottica (C/ Padre Claret, 1), un restaurante que se ha encargado de llenar de color y riquísimos platos la zona de Prosperidad. Sólo llevan abiertos desde marzo y ya han conquistado a muchísimo público (tanto que casi todas las semanas llenan) y nosotros lo entendemos perfectamente: salimos de allí encantados y con ganas de volver para seguir probando su carta.

Lo primero que destaca de Ottica es el ambiente que han creado, con una decoración muy cuidada y colorida, y coronado por un gran neón con el nombre del restaurante. La carta es muy variada, compuesta por una selección de platos aptos para todos los gustos y en los que predomina la comida mediterránea, aunque también hay alguno que otro que incluye toques de inspiración asiática. Ah, y además los martes hacen noches temáticas de cocinas de distintos países, con platos fuera de carta típicos de la gastronomía elegida, y con un postre o acompañante gratis.

Nosotros empezamos con el tinto de verano especial de la casa, muy rico y bien fresquito para combatir el calor. De entrante nos decidimos por los chupa chups de pollo rebozado y con dos tipos de salsas, ya que nos llamó mucho la atención la idea y desde luego no fallamos: el pollo estaba delicioso, perfectamente cocinado y con un toquecito crujiente del rebozado. Os los recomendamos muchísimo como plato para compartir.

Queríamos probar un plato de carne y otro de pescado, así que continuamos con el tartar de atún con espuma de aguacate y la lasaña de rabo de toro, otros dos platos acertadísimos. El tartar de atún es un plato fijo de las cartas de casi todos los restaurantes de Madrid, pero en Ottica lo saben y han decidido darle un toque personal y diferenciarlo del resto. Por un lado, sólo utilizan atún de máxima calidad y, por otro, añaden trozos de aguacate en el propio tartar para aportarle más frescura y lo acompañan de una suave espuma también de aguacate. La lasaña es otro plato riquísimo, en el que se mantiene el intenso sabor del rabo de toro y se compensa con la bechamel trufada y un poco de rúcula frita.

Terminamos con el postre: tarta de queso con frutos rojos, acompañada de una copa de vino blanco dulce recomendado por la casa. La tarta, también casera, estaba deliciosa, con una textura muy cremosa (y además es una ración bastante generosa, ideal para compartir). Ojo a los amantes del chocolate, porque también tienen La mejor tarta de chocolate del mundo, elaborada por el local del mismo nombre.

Como veis, ya sea porque vivís o trabajáis por la zona, o aunque tengáis que ir desde otro punto de Madrid, merece mucho la pena acercarse a conocer Ottica, y es que tanto su propuesta de comida como el ambiente y la estética del local son inmejorables.


[Actualización agosto 2018]

Hace unos días volvimos y os aseguramos que no cambiaríamos ni una palabra de nuestro artículo, a excepción de que ahora os podemos hablar de algunas de sus novedades, como la nueva terraza tanto para el verano como para el invierno y en la que es todo un placer comer los nuevos platos que han introducido en la carta. Nosotros probamos el sam de pollo de corral asado al carbón con salsa tártara y el brownie caliente de chocolate con sopa de chocolate blanco, además de seguir disfrutando de algunos de sus clásicos como la ensaladilla Ottica.

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