A Ben Wyatt le va a gustar este post por un sencillo motivo: cal-zo-ne. Pero no nos adelantemos y vayamos por partes. A escasos metros de la glorieta de San Bernardo se encuentra Menomale (C/ San Bernardo, 85), una pequeña osteria italiana que pasa desapercibida a simple vista, tanto que hemos pasado millones de veces frente a ella y nunca nos habíamos fijado hasta que una amiga italiana nos dijo que cruzáramos esas puertas y nos dejásemos seducir por su comida tradicional y su ambiente de pueblito remoto de Italia.
Si algo caracteriza a una osteria tiene que ser su ambiente: rural, envejecido, pero rebosante de vida. Un espacio para ir con los amigos a beber, comer y charlar durante horas, y Menomale lo cumple a la perfección. Tiene una carta sin grandes pretensiones pero que entra por los ojos nombre a nombre: melanzane alla parmigiana, papa e stracciatella, tagliatelle al ragù, pizza trevisonda, focacce porchetta… Como podéis ver, algo así requiere de varias visitas y una buena investigación plato a plato, pero a nosotros con la primera ya nos han ganado el estómago, y eso que de la carta tan solo probamos las pizzas (miedo nos da seguir probando más platos y entrar en un bucle de esos de los que repites sitio una y otra vez hasta acabar la carta). A esto hay que agregarle la amplia selección de vinos italianos y españoles y una buena variedad de cervezas artesanas de ambos países.
En nuestra visita nos fuimos directos a por las pizzas, empezando por la Allalleo, con salsa de tomate San Marzano, mozzarella di Bufala, ricotta, tomate cherry y parmesano. Grande de tamaño y de masa muy fina y de riquísimo sabor. Una apuesta segura.
Siguiendo dentro del universo de la pizza saltamos a una propuesta diferente, el calzone. Para quien no la conozca, podríamos decir que el calzone es una pizza cerrada con apariencia de empanadilla gigante (después de decir esa frase nos van a prohibir la entrada a Italia). El de Menomale es sencillamente enorme y rebosante de queso que no conoce los límites de la gravedad cuando lo estiras. Sin duda alguna conmovería al mismísimo personaje de Parks and Recreation, Ben Wyatt.
En resumen: céntrico, bueno, bonito y barato, ¿qué más se puede pedir? Nosotros ya estamos planeando la próxima visita para probar las pastas. ¡Ah! Muy importante: todos los jueves realizan el tradicional aperitivo italiano a partir de las 18:30. Una opción ideal para quedar con los amigos después del trabajo y disfrutar de cervezas y vinos con pinchos italianos.