Si un día te proponen ir a comer un bol de ensalada, quizá no te parezca el plan más atractivo del mundo, pero una vez pruebes Abolea (C/Sandoval, 12) te parecerá un planazo. El concepto en el que se basan es sencillo: comida en boles y con una carta que promete ir cambiando estacionalmente. Claro que en realidad es mucho más que eso y mucho más que simples ensaladas. Sus propuestas nacen de la dieta mediterránea (aunque, como dicen ellos mismos, pasando también por California), son saludables, se hacen con productos locales y de temporada y están llenos de color. Y todo esto en un espacio rebosante de luz, con una decoración muy cuidada y con toques coloridos que nada más entrar te harán desear que ese fuera el salón de tu casa.
Pero hablemos de la comida. En su carta de verano proponen una serie de boles elaborados con bases de verduras o de pasta, arroz o cous cous, un plato principal y guarniciones y otros acompañamientos como curry, hummus, baba ganoush… No hay ni una sola combinación que no tenga buenísima pinta, pero por si acaso no te decides, también puedes hacerte el «bol a tu bola» eligiendo una base verde y otra de cereales, un principal, una guarnición y un tipo de hummus y frutos secos de entre las opciones que tengan ese día. También ofrecen algunos platos para compartir, tostadas o su burrito Abolea acompañados de ensalada, y desayunos a muy buen precio. También cuentan con riquísimos bagels, pero para profundizar más en ellos os recomendamos mirar nuestra Ruta del Bagel por Madrid.
Nosotros decidimos probar el menú, que consiste en la crema o sopa del día, un bol (de los que proponen ellos o a tu gusto), bebida y postre o café. Empezamos con el gazpacho de remolacha, ligero, refrescante e ideal para los días de calor. Y luego llegó el momento de los boles que, os avisamos, son enormes. Cualquier abuela estaría orgullosa del trabajo que hacen en Abolea y, encima, son sanos. Pedimos el Mediterráneo, con una base de rúcula y de pasta, escalivada, mousse de queso de cabra con manzana y albahaca, ensalada de tomate, pesto y mezcla de frutos secos; y el Exótico, con base de espinacas y de cous cous, kefta de ternera especiada, curry de verduras de temporada con leche de coco, ensalada de piña y pepino, tzatziki y pasas de Corinto. Ambos están muy ricos, los ingredientes encajan a la perfección unos con otros y cada bocado es distinto según los elementos que cojas, lo que hace que sea una comida muy divertida y colorida.
De postre, elegimos el bizcocho marmolado casero con crema de yogur. De nuevo, el trozo tenía un tamaño generoso y estaba delicioso, el bizcocho era esponjoso y el yogur le daba un toque fresco, original y ligeramente ácido. Ah, y su limonada casera con jengibre y un poco de azúcar moreno también merece la pena probarla.
Sin duda, Abolea nos parece una de las propuestas más originales y recomendables que han llegado a Madrid últimamente, el lugar perfecto para una comida tranquila, saludable y divertida. Estamos deseando probar el resto de sus boles y conocer los que ofrecerá en su carta de invierno, que seguro que nos siguen sorprendiendo y encantando.
