Aunque últimamente hemos tenido unos días un tanto primaverales, aún nos queda algo de frío y nosotros llevamos todo el invierno probando sitios en los que encontrar el mejor remedio contra él: ramen. Hemos visitado unos cuantos de los lugares más conocidos por ello y otros cuantos no tan famosos, pero por fin podemos decir que tenemos lista la ruta del ramen, un recorrido por algunos de los mejores restaurantes japoneses en los que comer el mejor ramen de Madrid. ¡Ah! Y si sois unos fanáticos de la comida japonesa no os podéis perder nuestra Ruta Japonesa por Madrid. Dicho esto, poneos los baberos para no mancharos de caldo y ¡empezamos la ruta!
Empezamos la ruta en Morikaen, un restaurante algo escondido y que puede pasar desapercibido, pero que quien lo conoce sabe que en él se pueden encontrar unos boles de ramen que desde luego compiten por ser los mejores de la ciudad. Se trata de un local sin grandes pretensiones, en el que la comida tiene un sabor muy casero. En cuanto a los precios, todos sus ramen están alrededor de los 8-10€, lo cual está genial para lo enormes que son los boles, tanto que casi os podéis bañar en ellos. Nuestra recomendación: el Chikinkatsu ramen, que viene con una bandeja de pollo empanado frito que está riquísimo.
Todos conocemos ya Ramen Kagura, pero no todo el mundo sabe de la existencia de Kuraya, su hermana pequeña y que tan sólo se encuentra a unos pocos metros de distancia. Mantiene la esencia de Kagura, aunque con una decoración diferente y más moderna, y tiene la ventaja de que no suele haber tanta cola. Además, en él se puede probar una variedad distinta de ramen en Madrid, el tsukemen, en el que los fideos vienen en un cuenco aparte y se comen tras dipearlos en el caldo. En Kuraya hay tres tipos de tsukemen (con precios entre 5,80 y 9,80€): con caldo de cerdo y salsa especial de soja, con caldo de cerdo picante y miso y sésamo, o vegetariano.
Pusieron La Latina, y el panorama del ramen madrileño, patas arriba en cuanto abrieron. Killer Sobo mantiene un concepto de tasca japocastiza donde las recetas asiáticas y los ingredientes patrios se unen entre ellos para crear un juego de sabores sorprendente. La carta va variando cada cierto tiempo y el precio es muy tentador. El ramen estrella es el tradicional tonkotsu ramen (9,75€), pero el resto de la carta es otra pequeña maravilla que debéis probar.
Seguimos en un pequeño puesto del Mercado de San Antón, al que conviene ir con tiempo ya que tiende a llenarse enseguida debido a que tanto su sushi como su ramen están absolutamente deliciosos. Los martes y miércoles tienen tonkotsu ramen, pero el resto de días tienen wafu ramen, una variedad no tan conocida que se hace a base de caldo de pescado (bonito y algas), acompañado de huevo y panceta de cerdo. El precio de ambos es de 11€ y si estáis por el centro de Madrid se convierte en una opción digna de sorber.
Seguimos la ruta hasta el barrio de Las Letras, y es que no podía faltar Chuka Ramen, el que se presenta como el primer ramen bar de Madrid. Su cocina vuelve hasta la base de la tradición del ramen, a la fusión de la cocina china y japonesa (conocida como chuka) de la que nació. Por ello, nos encontramos de nuevo con un ramen algo distinto a lo que solemos ver normalmente, puesto que el caldo es más graso y contundente. Su carta suele variar con las temporadas, y nosotros probamos el tori paitan (parecido al típico tonkotsu ramen, pero con caldo de ave asada, panceta asada, pak choy, enokis, cebolleta, aceite de sésamo negro, rayu y huevo) y el shio (con caldo de pescado ahumado, marisco y alga, ave y cerdo asado, y con chashu de pollo, daikon, alga hijiki, setas smeji, tatsoi y huevo). Los precios están entre los 15-16€ y es imprescindible reservar.
A la siguiente parada ya la mencionamos en nuestra ruta del helado, pero vuelve a colarse en esta porque tiene uno de los ramen más originales de la capital. Hablamos del thai curry ramen de Peko Peko, una sopa de curry khao soi con tiras de pollo y fideos con un toque picante (10€ y disponible también en el menú de mediodía). Es menos caldoso que los anteriores, tiene un toque crujiente y la leche de coco y el lemongrass le dan un sabor muy fresco. Si os gusta el picante y queréis probar un ramen distinto e innovador, este es el vuestro (y si no sois tan de picante, tranquilos porque podéis ponerle lima para suavizarlo un poco).
Teníamos que incluir sí o sí este pequeño local que antes estaba junto al Bernabéu y en el que, una vez superado el impacto inicial, hará que te teletransportes al Japón más auténtico, y es que Ran Ran Tei es la sucursal madrileña de un restaurante con tres locales en Nagoya. Tienen tres variedades de ramen (9,50€ el pequeño y 13,50€ el grande), todos ellos elaborados con caldo tonkotsu y con fideos hechos por ellos mismos. Nosotros probamos el tonkotsu y miso, con alga wakame, maíz, brotes de soja y carne, cuyo caldo era denso pero sin resultar graso y el sabor bastante intenso. Sin duda, un lugar que no os debéis perder para comer uno de los mejores ramen de Madrid.