Llevábamos un tiempo sin irnos de brunch cuando se nos apareció Lady Madonna (C/ Orellana, 6), un restaurante junto a Alonso Martínez con mucha clase y decorado, aunque muy a la moda, rebosante de personalidad. En definitiva, un lugar perfecto para pasar allí la mañana del sábado o domingo, ya no sólo por el espacio sino porque nos encontramos con una carta de brunch de verdad. Y es que, ya desde que empezó esta moda, han proliferado los sitios en los que te venden como brunch simplemente un desayuno inflado de precio, compuesto por un par de tostadas, una pieza de bollería enana y un zumo de naranja, u otros en los que directamente te plantan un plato combinado de toda la vida. Pero eso en Lady Madonna, por suerte, no pasa.
Un recorrido por Lady Madonna
Pasemos ya a lo que importa: la comida. Su brunch, que sirven sábados y domingos de 12:00 a 14:00, está dividido en cuatro partes: básico, dulce, salado y coctelería, que se combinan entre ellas para conseguir nuestra opción perfecta. Si vais sin mucha hambre, os podéis quedar en el básico (9€), que ya contaremos más adelante qué incluye, o podéis ir más allá con el básico + un plato dulce o salado (17€), o ir a por todas con el básico + plato dulce + plato salado + cóctel (24€). Nosotros por supuesto nos lanzamos a por este último.
Empezando poco a poco
Esta es la opción básica, o con la que empiezan cualquiera de las otras dos, y que incluye café o infusión, zumo de naranja, un mini croissant y una mini napolitana y un bol de yogur con frutas y muesli. Un buen comienzo para ir abriendo boca y con algo que nos gusta mucho: la bollería, sin ser de pastelería de altísima calidad, está muy rica y no tiene ese regusto a industrial que nos encontramos en tantos sitios (sobre todo en el caso de la napolitana, que sabe a chocolate-chocolate). También pedimos unas mimosas de naranja y limón.
Tortitas y gofre
Lo siguiente que toca elegir es el plato dulce, y aquí nosotros nos fuimos de cabeza a por las tortitas con plátano y fresas, nata y sirope de arce, y el gofre con Nutella y helado de pistacho. En cuanto a las tortitas, son súper esponjosas y muy ricas de sabor, son sin duda todo un acierto y dan ganas de pedir otras tres más (y además la fruta que las acompaña hará que no os sintáis tan mal por todo lo que estáis comiendo). El gofre, algo crujiente por fuera y esponjoso por dentro, es también otra opción perfecta, y la combinación con la Nutella y el helado de pistacho da lugar a un plato estupendo.
Huevos Benedict y tosta de pavo
La calidad de un brunch clásico se puede medir con la de sus huevos benedictinos y estos sin duda aprueban con nota. Servidos en un mollete antequerano, van bañados en salsa holandesa y se pueden pedir con salmón o bacon (nosotros elegimos salmón). Además, van acompañados de patatas y boniato asados, perfectos para rebañar el huevo que queda en el plato. Aunque si preferís un plato más sano, o estáis ya llenos de todo lo anterior, la tosta de pavo y aguacate acompañada de ensalada de col es una opción sencilla pero que igualmente hará que terminéis el brunch más que satisfechos.
Vemos que en su web no tienen aún la carta actualizada, así que os dejamos una foto para que sepáis el resto de platos que tiene cada parte.