Lo de las hamburguesas en Madrid no tiene nombre, porque resulta imposible hacer un ranking hamburguesero si casi cada mes aparecen sitios nuevos, así que en esta lucha encarnizada (nunca mejor dicho) lo que nosotros premiamos más es tener una buena constancia, como si fuera una maratón, y sin duda New York Burger va en cabeza.
Lo primero que debéis saber es que cuentan ya con varios locales por la ciudad, casi todos repartidos a lo largo de la Castellana, y su objetivo lo tienen muy claro: traernos todo el sabor de las carnes ahumadas americanas, cocinándolas lentamente (algunas de ellas entre 6 y 14 horas) sobre brasas de madera de nogal americano. ¿El resultado final? Carnes jugosas, tiernas y con un toque a madera que es la firma de la casa. A la parte culinaria tenemos que sumarle un servicio impecable y muy atento, y un espacio cómodo para ir en pareja o en grupo con amigos. Pero hablemos de la comida…
Un recorrido por New York Burger
Empecemos por las hamburguesas, en las que el cliente tiene siempre la última palabra. Lo primero es elegir entre 190, 250, 350 y 500 gramos de carne y su punto, a continuación el tipo de pan (con semillas de sésamo, amapola, sin gluten…), si os apetece alguno de los más de treinta extras de la carta y, finalmente, la guarnición, que está incluida en el precio y que va desde las típicas patatas fritas o gajo, hasta patata al horno con mascarpone, ensalada de col o puré de patatas con salsa de carne. Pero ojo, porque fuera de las hamburguesas hay todo un mundo: tacos, aros de cebolla, alitas de pollo, brisket, costillas de cerdo, solomillo a la parrilla, perritos calientes, sándwich de pastrami… Aunque si se os han bloqueado las arterias leyendo esto, también hay ensaladas en formato bowl y platos aptos para veganos y vegetarianos.
Tacos de brisket y pulled pork
Empezamos con un entrante que de los que acaban de llegar a la carta: los tacos. El de pulled pork viene con jugosísimo cerdo ahumado con queso mexicano y salsa barbacoa de achiote, y el de brisket consiste en un corte de 250 gramos de Black Angus que dejan ahumar durante 14 horas sobre la madera de nogal, consiguiendo así una carne que se deshace en la boca y con un toque crujiente. Ambos vienen acompañados de tortillas de maíz, guacamole, pico de gallo y nata agria y, aunque son bastante contundentes, debéis probarlos sí o sí.
NY Combo
El entrante para los indecisos, con alitas de pollo a la brasa, fingers de mozzarella, jalapeños rellenos de cheddar, aros de cebolla y salsa barbacoa y miel-mostaza para bañarlos. Un clásico que nunca falla.
Sandwich de pastrami
¿Os hemos dicho que nos flipa el pastrami? En New York Burger lo preparan curando la carne durante dos semanas y lo dejan ahumar durante 14 horas a baja temperatura, para después servirlo sobre dos rebanadas de hogaza tostada con mostaza americana y pepinillos encurtidos. Solo de recordarlo ya estamos salivando.
Hamburguesa Chrysler Tower
Si hay una cosa por la que nos encanta New York Burger es por lo referente a la calidad y su control. Lo primero son las carnes, de ganado de cebón español, sin congelar y picadas y amasadas a mano. Luego está el control de la calidad, que llevan hasta el punto de que cuando te sirven la hamburguesa os pedirán cortarla por la mitad para verificar que el punto de la carne está tal y como lo habéis pedido. Y ahora vayamos a la torre Chrysler… bueno, a la hamburguesa más bien, que trae queso azul, salsa de arándanos, tomate y cebolla roja. Todos los ingredientes en perfecta armonía y aportando cada uno su toque de sabor. Además, a esto hay que sumarle el característico sabor a brasa de la carne, marca de la casa.
Hamburguesa Times Square
Aunque esta hamburguesa no nos ha terminado de apasionar, sabemos que a muchos de vosotros os encanta ver el rulo de queso de cabra derritiéndose sobre la carne y sentir todo su sabor en la boca. Para nuestro gusto, en este caso toma demasiado protagonismo, y eso que lleva cebolla caramelizada y tomate, que ayuda a bajar la intensidad del queso pero termina ocultado todo el sabor de la carne tan rica que tienen sus hamburguesas.
Lemon Pie
Nuestra visita llega a su fin y damos paso al postre. Algo difícil de conseguir, la verdad, después de todo el festín que llevamos. Pero si todavía os queda hueco y os apetece algo ligero debéis pedir el lemon pie, que ayuda a limpiar el paladar y está riquísimo.