Hace unas tiempo, hicimos una encuesta en Twitter preguntándoos cuál queríais que fuera nuestra siguiente ruta y, como somos personas de palabra, hoy os traemos la ruta de la cerveza y tapa.
Os proponemos 9 bares en los que disfrutar de un buen bar para ir de cerveceo junto a una tapa. Planear esta ruta no ha sido nada fácil ya que hemos tenido que dejar fuera muchos sitios muy conocidos, pero hemos optado por hacer una ruta variada, con tapas gratis y de pago, tradicionales y contemporáneas, típicas madrileñas y otras de tierras lejanas… ¡empezamos la ruta más etílica que hemos hecho hasta la fecha!
Comenzamos la ruta en el barrio de Las Letras, en un bar donde no encontrarás la típica caña de Mahou, sino una amplia selección de cervezas artesanas (de grifo tienen once). Los precios oscilan entre los 2,80 y los 7€, más o menos y dependiendo de la que pidas y el formato: tienen pintas, medias pintas y 33cl. Como tapa, a nosotros nos pusieron una especie de fajita rellena de tomate, lechuga y guacamole, pero vimos que también tenían otras como montaditos de salmón y queso crema, chorizo y queso o tortilla. Además, nos pareció un local en el que se puede estar muy a gusto y con otro punto a su favor: ponen muy buena música.
Nuestra siguiente parada tiene mucha historia: abiertos desde 1933 como una taberna, ahora tienen dos locales en Madrid y son famosos por la salas de sus patatas bravas, la cual tienen hasta registrada. Y no es para menos, porque son unas de las mejores bravas que hemos comido en nuestras vidas: la salsa tiene un toquecito picante, baña bien todas las patatas y está tan rica que hasta querrás beberte los restos con pajita. La cerveza es San Miguel y la caña está a 1,55€. La ración de bravas, 4€.
Más tranquilo que su famoso vecino El Tigre, y en nuestra opinión bastante mejor, en Chueca nos encontramos con este bar de toda la vida del que es fácil salir comido o cenado sólo con una tapa. Son muy generosas, a nosotros nos pusieron un plato de revuelto de patatas acompañando a una caña (San Miguel) por 2,30€, que no está nada mal. El doble lo tenéis por 4€.
La siguiente parada está en el corazón de Malasaña, y se trata de un local que mantiene la esencia de una casa de comidas tradicional, pero añadiendo algunos toques modernos y muy cuidados en la decoración. Ofrecen comida casera, aunque para nosotros su estrella es la oferta de caña (Mahou) y tapa por 3€. Nosotros pedimos las tostas de brie con bacon y cebolla caramelizada y las croquetas de jamón (acompañadas de patatas), pero tienen más tapas entre las que elegir como ensaladilla rusa, mini hamburguesas, tortilla…
Entre Bilbao y Alonso Martínez, llegamos a otro clásico en cuanto a tapas generosas, y es que en este bar te llenas ya a la primera cerveza que pides. Tienen otro local muy cerca, en la calle Churruca, pero en el que suele ser más difícil encontrar sitio. Por los 2€ que cuesta la caña (Cruzcampo), tendrás frente a ti un platazo bien grande de comida, que en nuestro caso fueron unas salchipapas con pimientos. Después de esto, podrás ir rodando hasta la siguiente parada.
6. La Nueva: pinchos de barra
Para la siguiente parada entramos en una taberna que nos transporta al Madrid de principios del siglo pasado, con sus puertas y el gran mostrador, lleno de botellas, de madera. Se diferencia del resto porque aquí no te sirven una tapa con la cerveza, sino que puedes ir cogiendo de las que tienen sobre la barra. La caña es de Ambar y cuesta 1,60€ (el doble 3€), y cuando nosotros fuimos tenían queso para picar y unas tostas de salmorejo y jamón.
Conocidísimo bar de Madrid que lleva abierto desde 1959 y, además, se dice que es uno de los sitios con las cañas mejor tiradas de la ciudad, así que el buen cerveceo está garantizado. De Mahou y a 1,70€, nosotros pudimos comprobar que efectivamente hacen honor a su fama, así que sólo por eso ya vale la pena ir (y si es pronto mejor, porque según avanza la tarde se llena y es imposible entrar). En cuanto a la tapa, nos pusieron un plato bastante generoso con patatas y aceitunas, que no está mal porque teníamos que hacer hueco para las siguientes paradas…
Teníamos muchas ganas de probar Sala de Despiece, y en esta ruta encontramos la ocasión perfecta para ir a Ponzano y hacerlo. El local, decorado con las cajas en las que se transporta la carne y el pescado, ofrece una propuesta que pretende rendir homenaje a la tradición de tapeo de Chamberí, pero dándole un toque mucho más moderno e innovador. La carta cambia cada día, dependiendo del mercado y de las temporadas (siempre se utilizan productos locales). Entre los 4-5€ encontrarás pequeñas tapas y si te vas a precios más elevados tendrás platos más contundentes para almorzar o cenar. Sirven cerveza Heineken (la caña a 1,70 y el doble a 3,20), que acompañan de una bolsa de patatas, y nosotros decimos probar la papa canaria con mojo picón y sal volcánica, que estaba increíble.
9. Tapan: tapas japonesas [Cerrado]
Acabamos la ruta en un pequeño bar de apariencia sencilla, alejado del jaleo y glamour de Ponzano, pero que cuyo interior esconde una mezcla de lo asiático con lo castizo presentando platos japoneses en formatos de tapa y ración. Makis, udon, gyozas, yakiniku… la carta no es my extensa pero recorre la gastronomía japonesa con una aproximación sencilla y pequeños toques españoles. Las tapas van desde los 3€ a los 6,50€ y son bastantes generosas, pudiendo acompañarlas con una caña de Mahou (1,30€), un botellín de Alhambra o vivir la experiencia completa y pedirte una cerveza nipona (3€) o sake. Nosotros no pudimos resistirnos y nos pedimos la gyozas caseras de cerdo y el shougayaki (tiras de lomo de cerdo con jengibre), cada una a 4€, siendo el broche final perfecto para la ruta.